La administración de áreas silvestres tiene mucho más que ver con la información y la educación que con la fiscalización. La explicación no es compleja, pero tampoco es demasiado intuitiva: estamos hablando de proyectos territoriales de gran magnitud, donde la gente circula libremente a través de distancias importantes y monitorear activamente su comportamiento encarece los planes hasta el punto de hacer sus desarrollos insustentables económicamente.
En esa línea el objetivo de la gestión Yerba Loca es elaborar programas que apunten a generar conciencia de uso responsable del lugar entre sus usuarios y lo primero para ello es capacitar técnicamente la plana de guardaparques que están en contacto directo con los visitantes y con el ecosistema mismo.
Es por ello que entre el jueves 21 y el domingo 24 de junio reciente se desarrolló un curso de formación de “Monitores No deje Rastro” dictado por la empresa Malku y certificado por NOLS para los guardaparques de Yerba Loca y abierto también para público.
El curso dio inicio con una clase inicial teórica en las dependencias del Club Andino Alemán, DAV y dos días de terreno con base en Villa Paulina, Yerba Loca.
El sábado a las 8:30 comenzó la puesta en práctica del curso con un trekking hasta el Refugio Alemán, revisando en el transcurso de la caminata los cuatro primeros principios: planifique y prepare su salida; viaje y acampe en superficies durables; disponga de los desperdicios de la manera más adecuada posible; y deje lo que encuentre. Luego de un largo día, el grupo llegó al campamento para recuperar fuerzas y revisar el principio número cinco: minimice los impactos de las fogatas, que tiene una relación directa con la pernoctación.
Siendo invierno en estas latitudes lo mejor fue meterse en las carpas temprano, para capear el frío cordillerano y descansar adecuadamente para lo que quedaba para el día siguiente, los últimos dos principios: Respete la fauna silvestre y a los demás visitantes.
La noche fue invernal: llovió continuamente y a las diez de la mañana incluso comenzó a nevar, por lo que el cierre de la actividad se realizó bajo techo, pero no amilanó el ánimo de los participantes:
Tomando las palabras del alumno Rodrigo Osorio, la actividad fue muy positiva primero porque el grupo humano colaboró con motivación incansable en su desarrollo y después, por dos aspectos técnicos: como guardaparque del lugar, considera que es importante mantenerse actualizados en las técnicas de comportamiento del equipo para el lugar y de esa manera, potenciar la sustentabilidad de Yerba Loca. Por último, al estar en contacto directo con los visitantes, les resulta de gran ayuda contar con fundamentos sólidos para enseñar y transmitir las buenas prácticas de uso de la naturaleza y para facilitar el discurso, que mientras más didáctico y empático sea, más eficiente es.
Una capacitación formal sobre temas contingentes a la gente que opera un área silvestre resulta positiva en múltiples aspectos: mejora la gestión del lugar, es una inyección de motivación para el equipo de terreno, que nota preocupación por parte del proyecto en ellos y finalmente, produce impacto social a través de la educación ambiental de sus visitantes.